Cárcel de base naval yanqui en Guantánamo: Una piedra en el zapato Obama



Hoy  el campo de detención de Guantánamo, ubicado dentro de la base ilegal que el gobierno de los Estados Unidos mantiene en la bahía homónima de Cuba, cumple once años, a pesar del reclamo universal de clausura y la promesa electoral de cerrarlo, hecha por el presidente Barack Obama en noviembre de 2008, al iniciar su mandato.

Fue aquel 11 de enero de 2002 cuando llegaron al enclave militar unos 20 prisioneros, encapuchados y esposados.  A partir de ese momento, la cárcel yanqui se convirtió en símbolo de los peores excesos de Estados Unidos en su llamada "guerra contra el terrorismo", lanzada contra Al Qaeda poco después de los ataques del 11 de septiembre de 2001 contra Nueva York y Washington.

Lo increíble es que ha pasado más de una década y todavía el mundo no sale de su asombro debido a las cruentas imágenes de los llamados por Washington, sospechosos de terrorismo y que hoy, permanecen encerrados en el enclave militar donde por demás, se violan los más elementales derechos humanos.

El centro de detenciones se ha convertido en una piedra en el zapato del actual presidente de Estados Unidos, Barack Obama.  Hasta noviembre de 2012, en el penal, considerado el más caro del mundo, se había invertido alrededor de 144 millones de dólares anuales para mantener a los 171 internos por tanto, estimamos que representa un formidable gasto económico para la administración estadounidense.


Estoy segura de que muchos se preguntan hasta cuándo permanecerán en la cárcel los  detenidos que llevan ya once años. Esta interrogante, nadie, ni el propio presidente Barack Obama lo sabe, razón por la que  en estos momentos,  se le torna la situación difícil  respecto a sus promesas del cierre.

Si en su  primer mandado, el actual presidente estadounidense se jactó  enunciando una orden presidencial que disponía la clausura del centro de detención en el plazo de un año, posteriormente cedió a las presiones de legisladores republicanos y demócratas, opuestos a la idea. Entonces… ¿de qué hablamos si no hay fuerza moral para el cierre?...

Sin dudas, el centro de detenciones que Estados Unidos mantiene ilegalmente en territorio de Guantánamo, constituye una vergüenza para el mundo y ha devenido en símbolo de más de una década de fallos de la administración de Obama, fallo que en algún momento tendrá necesariamente que rectificar. 

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